Olofin creó el
universo en el espacio y en el tiempo, y junto a él las leyes que mantendrían
su equilibrio; estableció dos extremos para el cumplimiento de las mismas, en
el extremo que está a su diestra se encuentran las fuerzas nobles, las que
luchan por la armonía y el mantenimiento del orden establecido. En el opuesto
están las contrarias. Permitió que las fuerzas del bien inclinaran ligeramente
a su favor la balanza, siempre con el peligro de perder la ventaja, ya que el
mal rodea al bien
Ifá transmite al
hombre su sabiduría y le dice que del peldaño 12 hacia abajo todas las deidades
y seres de la creación pueden ser influenciados por una u otra fuerza, ya que
las más nobles o generosas tienen sus pasiones y venganzas, y las malévolas
pueden abrir el sendero de la prosperidad y el bien. Todo depende del
conocimiento que se tenga de los distintos caminos y y de la facultad en el
cumplimiento de los dictados de Ifá.
Por eso no olvidemos
los consejos que Orula suele dar, y asi las malas influencias no atribuirán
nuestro espíritu con la desgracias, aunque tratemos de esconder en un ropaje de
santidad nuestros malos pensamientos, lo que adicionemos o restemos nos dará la
realidad de los meritos adquiridos, y las entidades malévolas pueden ayudar a
hacer un bien, pero cuidémonos mucho de que sus influencias nos absorban por
completo.
Por eso te digo:
Trata a Eshu con
respeto para resolver problemas nobles, No hagas pactos con Abita y así no
caerás en sus redes, No imites los defectos de las entidades superiores, que
ellas no sufren las calamidades de la vida material, porque fueron creadas con
propósitos diferentes y gozan de bienaventuranza de los planos celestiales.
Y si en ti crece la maldad corres el riesgo de
que, al morir tu espíritu sea apartado del conocimiento universal,
convirtiéndose en un instrumento más de las entidades malévolas.
Comentarios
Publicar un comentario