OLODDUMARE
Oloddumare en la religión Yoruba es considerado el Dios supremo, omnipotente y creador de todo lo que
existe. Su nombre proviene del Yorùbá Olòdúmàré, lo cual significa (Señor al
que va nuestro eterno destino). Oloddumare es la manifestación material y
espiritual de todo lo existente.
No está en contacto directo
con los hombres, sino a través de su otra forma, Olorún (directamente) u Olofin
(indirectamente). No se asienta, no se le ofrenda, ni posee collares. Se le asocia
con el color blanco como símbolo de
pureza.
Este es representado
en un güiro con dos mitades, la superior
indica los estados astrales elevados y la inferior la tierra. Cada vez que se menciona su nombre debe
tocarse el piso y besar la huella de polvo de los dedos.
Los Yorubas no
tienen estatuas ni altares para representar al Dios Oloddumare. Es considerado el
autor de los destinos de cada cosa viviente, padre de todos los Orishas y de la
vida. Todos podemos experimentar la presencia de Dios de una forma diferente,
es por ello que no tiene emblemas ni señales para representarlo.
A continuación otros
nombres utilizados para describir a Oloddumare
Eledá:
Esta palabra
significa el Creador, su nombre indica que es el responsable de toda la
creación, así como de la propia existencia y la fuente de todas las cosas.
Alaayé:
Es la potencia
vital, es siempre vivo o eterno. Nunca murió. Por esto el pueblo dice: " A
kì ígbó ikú." (Nunca oímos de la muerte de Olodumare).
Elemií:
El dueño de la vida.
Indica que todas las cosas vivas le deben su respiración a él. Cuando el Elemií
toma la respiración de un ser vivo, este ser muere. De aquí que mirando el
futuro los Yoruba adicionen un planteamiento. "Bí Ëlémìí kò ba. gbá á, emi
yóò še
èyí tàbí
èyìinì." (Si el vencedor de mi vida no la toma, puedo hacer esto o
aquello).
Olojo Oni: El que
gana o controla el día.
OLORUN
Olorun es la segunda
manifestación de Olodumare, su nombre proviene del Yoruba Òlórúnm, Dueño del
Orún (cielo). Olorun es el que está en contacto directo con los hombres. A
través del sol, se le ofrenda a Olorun en el ñangareo, dando cuenta de que en
la tierra se va a hacer un itá o cuando nace un Iyawó.
Es el dueño de la
vida, dando energía, sustento en la vida terrestre, dueño de los colores, la
luz, el aire, el vigor y del esfuerzo.
Está siempre de día
o de noche aunque no lo veamos y se le saluda parándose frente al sol con los
brazos en alto extendidos y la palmas abiertas. No se recibe, ni se asienta.
OLOFIN
Olofin u Olofi es la
tercera manifestación de Olodumare, del Yoruba Òlófín (dueño del palacio). Su
palacio es el cielo y su corte real, los Orishas. Es el que está en contacto indirecto
con los hombres a través de los Orishas, quien los dirige y supervisa en sus
labores. Nada se puede conseguir sin su mediación, vive retirado y pocas veces
baja al mundo como energía.
Olofin es el que
repartió el ashé a cada Orisha (su relación con las energías de la naturaleza)
y tiene los secretos de la creación. Olofin le permitió bajar a la tierra a
Orunmila (Orunmila) como profeta, puede utilizar a todos los Orishas, pero para
prevenir la muerte usa a Osun.
Se recibe en Ifá, el
que tenga asentado su fundamento no podrá hacer nada sin antes atenderlo. Su
ashé y contacto directo con los hombres está reservado a muy pocos sacerdotes.
Patakies de Olofin:
Cuando el mundo solo
estaba habitado por los Orishas y los hombres creados por Obbatalá, estos
viajaban del Cielo a la Tierra sin ningún obstáculo. Un día una pareja subió al
palacio de Olofin a pedirle el ashé de la procreación, después de mucho pensar
el hacedor asintió pero con la condición de que el niño no traspasara los
límites de Layé, la Tierra. El matrimonio estuvo de acuerdo, meses después
nació el niño, el que fue creciendo bajo la vigilancia de los padres que toleraban
todas sus malacrianzas.
Un día a escondidas
caminó a campo traviesa y llegó al espacio de Orun, el Cielo. Allí se burló de
los Orishas, hizo todo tipo de travesuras, y le faltó el respeto a quienes lo
regañaban.
Olofin que observaba
lo que sucedía, tomó su bastón y lo lanzó con tanta fuerza que Orun quedó
separado de Layé por la atmósfera que se extendió entre los dos. Desde ese día,
los hombres perdieron la posibilidad de subir al palacio del Creador.
Comentarios
Publicar un comentario