Iréte Obara
EL camino del Toro
En un tiempo en que
Oyá vivía en la tierra de Efin Oro, había un hermoso y fuerte búfalo negro que
era el señor de aquella comarca pues medraba en aquel territorio y realizaba lo
que deseaba. Oyá que desde su problema con el búfalo Sariki (Shangó) transfigurado,
tenía aversión por estos animales, decidió terminar con la prepotencia de este
búfalo y valiéndose de sus artes mágicas le lanzo un Iyo. El búfalo al sentirse tocado por esta
vibración se enfermó, pero tuvo tiempo de quitarse la piel, pues este búfalo no
era otro que Shangó transfigurado y llego enfermo a su Ilé y se tiro en su
estera con un gran dolor de cabeza.
Pasaron los días y
el dolor empeoraba y era tan fuerte que se le disloco el cerebro, no atinando a
levantarse de la estera. Yemayá al verlo se compadeció de él y fue a casa de
Orúnmila para que este hiciera algo por Shangó, entonces Orúnmila hizo osode y
le vio este Ifá marcándole obori, con el pisajo o nervio de un búfalo. Yemayá
regreso a casa de Shangó después de conseguir el pisajo y los demás
ingredientes y ella misma le rogo la lerí a Shangó y este inmediatamente
recobro su virilidad y después por mandato de Ifá, desde aquel día se le conoce
en aquella tierra con el nombre de OGODO MAKULENKUE, o sea, el toro joven y
potente y así Shangó llego a ser más poderoso que antes.
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