LA OBEDIENCIA DE OSHUN
Awó Oboní Oshé tenía un
hijo con Yemayá que lo habían consagrado al pie de Oggún con Eyebale (sangre),
Eyá tuto (pescado fresco) y Ewé (hierbas) para Oborí (rogacion), para que
tuviera suerte en el mundo; pero Awó Oboní Oshé le dijo a Yemayá: Con el
tiempo hay que hacerle Ifá a mi hijo y Yemayá le contestó: "Después que le
hagas Ifá a tu hijO tú moriras antes de dieciséis días." Él le
respondió: Yo estoy conforme y le daré toda mi suerte.
Así lo hizo Awó Oboní Oshé, llevó a su hijo al pie de Oggún y se lo amarró con
una cadena a él, mientras le rogaban la cabeza con el pescado fresco; y después
le puso a Oggún arriba, echo el eyá tuto en un hueco y le dijo a Yemayá y a
Oggún: "Ya mi hijo tiene suerte, esta listo para llegar al pie de Ifá."
Oshún estaba escondida viendo esta ceremonia que es de Babalawo y era una falta
de respeto que estuviera mirándola, pero Awó Oboní Oshé era su hijo y ella
siempre lo estaba aconsejando, pero él no le hacía caso; y le pidio que fuera a
la casa de Awó Obá Layé y este lo mando a hacer ebbo con Akuko (un gallo), Adié
meyi (dos gallinas), Eyá tutu (pescado fresco), Oshinshín, Ogbegan y una gorra
amarilla. Después lo mandó a que pusiera el ebbó al pie de una ceiba y cuando
llegó allí para depositar el ebbó se encontró con Ikú, él iba a salir corriendo
pero Ikú le dijo: Esperate yo te hare mi propia ceremonia; hizo un omiero y
después le hizo ebbo con paraíso, botón de oro, romerillo, hierba buena y
mejorana (no de Oshún), Lo bañó con la sangre de las gallinas, dándole
también de comer a Oshún después lo sentó al pie de la Ceiba, le puso las manos
y los pies sobre esta y le rogó la cabeza con pescado fresco, dándole de comer
también a Oshún y después le dijo: "Tú quieres hacer
esto, lo que no puedes porque él no te respeta, pero yo lo voy a ayudar para
que tenga una gran suerte, pero él tiene que llevarse bien con los omó de
Yemayá."
Oshún se puso muy contenta con lo que Ikú le dijo y todos los días le daba
consejos a su omó, pero el día que fueron a hacerle Ifá al muchacho el padre no
fue, Oshún se disgustó pero después se acordó de lo que le había dicho Ikú. Oba
Layé le hizo Ifá y el muchacho sacó Ogbe Oshé y le pusieron Oluwo Ashadé, su
padre se puso muy contento y Yemayá también, él tuvo gran suerte y todo le
salía bien por la obediencia que le tenía a sus padres
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