CONOCIENDO UN POCO A YEMAYA

 

Yemayá dueña y señora del agua y reina del mar es fuente esencial de la vida, Oricha mayor, es considerada como la madre de todos los Orishas. Es la madre de todos los hijos en la tierra y representa al útero en cualquier especie como fuente de la vida, la fertilidad y la maternidad, protege a sus hijos de las afecciones relativas al vientre, abdomen y de todo lo que implique daño o muerte por agua dulce o salada, lluvia o humedad.

 

 En la naturaleza está simbolizada por las olas del mar, por lo que su baile se asemeja el movimiento de las mismas. Es comprensiva, inteligente y amorosa, se entretiene cazando, pescando y jugando. Maneja el machete con gran destreza, posee una personalidad indoblegable y sagaz. Sus castigos son inflexibles y severos, y su cólera terrible, como la del mar enfurecido.

 

A pesar de ser tan severa es justiciera, Quien la tenga asentada, antes de pronunciar su nombre, debe tocar la tierra como saludo con la yema de los dedos y besar en ellos la huella del polvo.

 

Yemaya es un gran ejemplo de amor filial, vive en el agua, sobre todo en la del mar, quiere muchísimo a Oshun, es la madre del mundo y por ello es una de las más grandes deidades del panteón Yoruba.  Es una Orisha de mucho fundamento, es bondadosa y noble con sus hijos a quienes les tiene gran paciencia, pero cuando se enoja no la calma nada, cuando esto sucede provoca calamidades a la persona que la ofende. Es reina Ocumí, soberana absoluta de esta religión y cuando habla es como si lo hiciera Obbatala. Su signo representado por el sol y la luna es símbolo de vida en el planeta, la fuerza del sol y el amor, el descanso y la regeneración que representa la luna.

 

El receptáculo o Ilé es una sopera que puede ir desde el azul claro hasta el azul índigo, abarcando todas sus tonalidades, con adornos plateados o dorados, floreados y/ o con motivos marinos.

 

Sus atributos marcan su forma de comportamiento, cada una de sus herramientas tiene un significado notablemente esotérico: el Sol (Orú) y la Luna (Ochú), que representan , entre otras cosas, la dualidad de las energías cósmicas; El Ancla (Dakoduro) y el Salvavidas (Yika), símbolos de solidez, firmeza. Aplomo tranquilidad y seguridad que ella brinda en la travesía por la vida. La Barca (Okó), es el viaje por la vida, durante el cual somos protegidos y los remos (Alamí), que permiten tener control sobre las circunstancias; Las pulseras (Bopa), representan las riquezas que guarda el fondo del mar, en el sentido de riqueza espiritual, la llave (Chilekú), es la capacidad que posee Yemaya de entregar esa sabiduría o retirarla, abriendo o cerrando las puertas que conducen a ella; y la estrella de mar (Irawó), es el fondo del mar del cual provino la vida y en el que se guarda en secreto el origen de la misma.

 

Estos objetos son elaborados en plata, acero, lata o plomo; también forman parte de sus atributos  una cola de caballo (Iruke), con el mango forrado en azul y cuentas agua de jabón y cristal, rojas, coral y nácar, o solo azul y cristal. Usa un manto azul adornado, un Agogó, que se utiliza para saludarla o para que le preste atención a quien se dirige a ella, Abanicos (Abebé) con nácar, oro y adornado con cuentas azules y caracoles, o con plumas de pavo real, caracoles y cascabeles. Otros atributos son patos, peces, redes, estrellas de mar, corales, caballitos y conchas de mar.

 

Yemaya es amiga del baile, la ostentación y la buena compañía. Aunque es severa, también es alegre, garbosa, sabia y jacarandosa. Cuando se monta, ríe a carcajadas, se mueve como las olas y gira como los remolinos de mar. Algunas veces bracea como nadando, en otras ocasiones imita una inmersión, como si fuese a sacar caracoles, algas y peces para darlos a sus hijos. También parece hacer uso de los remos para moverse y llegar a la orilla, donde siempre espera Oshun, su hija y amiga. Su contradanza comienza con suaves ondulaciones, como las aguas que se agitan blandamente al soplo de la brisa, pero pronto se emociona y va aumentando en intensidad, hasta que su baile asemeja a un oleaje embravecido.